miércoles, 28 de diciembre de 2016

Comentario sobre una contratapa de Clarisa Appendino.


Comentario sobre una contratapa de Clarisa Appendino.

Este escrito reflexiona sobre algunos aspectos del texto de Clarisa Appendino, "Un posteo entre el énfasis y el pudor", publicado en Rosario 12, el día 12 de septiembre de 2015. Ese texto puede leerse en:
He comentado con dos personas respecto de mi idea de escribir algo sobre esto. Estas dos personas están nombradas en un escrito del blog de Miguel Tardewski, titulado "Los otros Quaranta".  Uno es el Dr. Quaranta, el médico que estuvo en el exterior, tras hacer una especialidad en cirugía de oído. Otro es arquitecto, Pedro, y es el esposo de la abogada Verónica Quaranta. Uno de ellos resumió la situación:
- "Flaco, no sé para qué perdés el tiempo con pavadas. En mi barrio las cosas son simples y directas. Primero un tipo miente con una carta, y ahora manda a la novia a  explicar la jugada. Es difícil encontrar una estupidez más grande que esta. No hay mucho para reflexionar al respecto. Son dos imbéciles."
Pensé que tal vez los imbéciles seamos tres. Más allá de esas verdades barriales, se trata de textos, y como tales los trato, el primer paso es leer y releer, luego interrogar, pensar, relacionar, escribir, releer y seguir releyendo, hacer decir al texto lo que sus palabras implican, corregir lo que uno escribió, y publicarlo si vale la pena.
En todo escrito que redacto mi objetivo principal es que me entiendan y brindar la mayor información posible, por ello sugiero que antes de continuar el lector recorra el link mencionado más arriba, y dos textos más:
1) El posteo de Manuel Quaranta en Facebook, con fecha 11 de julio de 2015, donde informa que ha recibido una carta documento y publica la imagen de la carta. El abogado de María Kodama lo intima a que deje de utilizar el nombre y el estilo de Borges en sus posteos. Véase en detalle el apéndice uno.
2) La noticia del Diario La Capital, en la que Eugenia Langone comenta lo ocurrido con la carta de intimación a un escritor rosarino.
Vamos por partes.
"Ahora manda a la novia a explicar la jugada".  A mí me surge la duda respecto de quién habla y escribe acá. Sí, es cierto que firma Clarisa, pero ¿el que escribió fue Manuel Quaranta?. Queda la pregunta. Por lo menos, una parte del texto es suya, esto es bastante probable.
El texto separa al comienzo elementos, interrogantes, contexto y repercusión.
Los elementos son un posteo, una imagen de una carta documento, y los fenómenos de la red social Facebook, "me gusta", comentarios y la acción de compartir. Aquí se usa el término logaritmo, por supuesto que el uso es metafórico. ¿Si les pregunto a Clarisa y Manuel qué significa logaritmo, me contestarán algo parecido a lo que  indico en el apéndice dos?.
A los interrogantes qué plantea Clarisa, se suman otros. En la carta hay un DNI. ¿De quién es?. El sitio de internet "Buscar datos" informa que el DNI 11.274.095  es de una señora llamada Dora, con domicilio en La Pampa.
¿Y el abogado Fernando Soto?. Su web informa que el Estudio tiene domicilio en calle Corrientes 1675, no en calle Anchorena. ¿Por qué la calle Anchorena?.  El apellido está ligado a personas de alcurnia y de la oligarquía... Manuel siempre tiene algo para decir sobre oligarcas y excluidos.
Entonces los elementos del punto uno se enriquecen con estos nuevos: una carta que parece ficticia. El DNI y el domicilio no coinciden.  ¿Y si miramos un pocos más?. En la imagen de la carta, en el ángulo superior derecho se lee "adhiera aquí la oblea".  ¿Cómo pudo una carta circular por el correo sin la oblea?. ¿Y el sello del correo?. ¿Y la fecha de la carta?.
En resumen: el elemento principal es una carta falsa.
¿Y la firma de la carta?.  Estoy a la espera de que Clarisa y Manuel cuenten algo sobre la firma.  ¿Quién la hizo?.
Vamos al contexto. Clarisa explica algo sobre la custodia que Kodama hace sobre los textos de Borges. Y luego hace una digresión muy típica de Manuel y su obsesión por poner todo en relación con lo económico. Parece que ellos leyeron en la facultad dos resúmenes de Marx, y quieren mirar todo con ese cristal:  "el valor económico es lo único que los medios de comunicación custodian". Me pregunto si hay personas (escritores, periodistas) que trabajan en medios de comunicación, y se interesan principalmente por custodiar el valor de la verdad.  ¿Cuál sería la razón para responder que no?. Yo prefiero pensar que sí los hay, y que hay muchos.  Este pasaje del texto de Clarisa tiene algunas falencias, y no hay nada mejor que aplicarles un principio, todo lo cual detallo en el apéndice tres.
La repercusión. El cálculo de Clari puede ser enriquecido con los aportes de una ciencia, la Estadística, pero por ahora ella y él parecen desconocerla. No hacen referencia a la aparición de un nuevo perfil de Facebook, Miguel Tardewski. Esta fue la repercusión más importante.  También el triste hecho de que muchos medios digitales reprodujeron la noticia solo cambiando algunas palabras, pero sin advertir lo que Tardewski vio: que la carta era falsa.  Esto pone de manifiesto que es muy necesaria una profunda reflexión acerca de cómo se producen noticias.
Appendino pasa a considerar la conclusión, quedan cuatro párrafos de este texto que me gustaría entender. Algunas frases oscuras, con pretensión de originalidad, inspiradas en Lacan, Barthes, o Derrida …  (“La mirada es siempre una interpretación situada. Nada está por fuera del espacio de lectura que inscribe un contexto.”)  Frases que me gusta leer y releer, me pregunto ante un verbo si lo que sigue es sujeto o es objeto directo….    Hay verbos mal usados, palabras muy mal elegidas, conceptos equivocados
Clarisa vuelve al contexto, y cita el caso de Katchadjian. “El contexto es el que definitivamente creó, promovió y elucubró la acción: la Carta Documento no existe, la noticia es falsa, el posteo es cierto, todo bajo un tono interrogativo“.  
Este es el punto de mayor concentración de delirio de este penoso escrito.  Los únicos sujetos posibles para las acciones de crear, promover y elucubrar son las personas, no los contextos.  En este caso el sujeto de la acción fue Manuel Quaranta. 
“La noticia es falsa”.  Al fin alguien que le da la razón a Tardewski, pero por poco tiempo, ya que “el posteo es cierto, toda bajo un tono interrogativo”. Si la verdad tiene un modo, ese modo es el indicativo, y también algo del modo potencial.  Clari sigue delirando ….  ¿Cómo sabe lo que les pasa a los espectadores?.  Aparece la complicidad, no deliberada de los usuarios de Facebook. Y la falta de complicidad de los periodistas. Estos han sido víctimas de su propia torpeza, falta de formación y escasa profesionalidad.
Cito a Appendino: “ Pero lo más relevante es que, otra vez, la fotografía de una carta de intimación ocupa el lugar de documento, como aquel vestigio que daría la pauta absoluta de su verdad: es la confianza ciega que imprime una creencia, el esto ha sido de la fotografía (de la imagen).”   Depende de los sujetos en cuestión.  Para personas poco perceptivas como Eugenia (autora de la nota del Diario La Capital) esto puede ser cierto, en el caso de personas inteligentes esto no ocurre.
Llegamos al último párrafo de este bodrio.  “En esta acción Quaranta encarna, paradójicamente o no, una de los procedimientos más relevantes de la literatura de Borges dentro de las figuras parasitarias
Quiero situar claramente un concepto. Quaranta no tiene nada que ver con la obra maestra de Borges. Primero porque lo empezó a leer en el año 2006, siendo que nació en 1979, lo ignoró durante 27 años.  En nueve años de supuesta lectura, termina incurriendo en un episodio penoso: inventar que su viuda, Kodama, le envía una carta documento, de paso involucrando el prestigio de un abogado, al que invoca falsamente, y cuya firma falsifica. También ha pretendido narrar un episodio robando el argumento del cuento El Sur. Borges alguna vez citó el consejo que le dio su padre: “Escribir mucho, corregir mucho, tirar casi todo y publicar de vez en cuando”.  Quaranta hace todo lo contario.   Viene a mi memoria cuando en 1982 Borges hizo un comentario irónico sobre Galtieri (el general que invadió Malvinas, y en el balcón de Casa Rosada pretendió parecerse a … Perón). Y aquí Quaranta, según Appendino pretende parecer lo que no es:  “Esta figura es evidente por querer construir un suceso como el de Katchadjian…”
Borges nos mostró quién era Galtieri cuando quiso parecerse a Perón… Quaranta quiere parecerse a Katchadjian ….
Es muy común en el muro de Facebook de Quaranta, aparecer como lo que no es (premiado, reconocido, elogiado, inteligente, hermoso).
“Evidentemente estos son los aspectos que dejan entrever la ficción del posteo y la falsedad de la intimación como el punto enfático de la acción.”
Me quedé pensando en el énfasis del título. En un discurso hablado el énfasis se advierte por gestos, entonaciones y otros aspectos paraverbales. Un caso ejemplar es el discurso de Raúl Alfonsín en la Sociedad Rural, en 1988 (https://www.youtube.com/watch?v=0FWWsPtga08 ).  ¿Y en un escrito?.  El énfasis lo darían la reiteración y la adjetivación (pensemos en Sabato, por ejemplo en Informe sobre Ciegos; también en los cuentos de Correa Fiz). En el extraño caso que nos ocupa, la imagen de la carta aporta algo.
Lo que sigue hasta al final, pretende atribuir algún valor artístico o literario a la chiquilinada de Quaranta, con expresiones retóricas, confusas y contradictorias  sobre el pudor, el énfasis, el disfraz que ni Quaranta ni Appendino entienden.
A mí todo esto me deja preguntas.  
Con las palabras de la autora, ¿por qué Quaranta publica tal suceso en su perfil, qué lo mueve a hacerlo?    
¿a quien se lo ocurrió primero falsificar una carta, a Manuel o a Clarisa?
¿qué pensó el otro cuando el primero le dijo, hagamos esto ….? 
Recuerdo la genialidad que había en ciertas parejas, como Cortázar y Bernárdez. En esta parejita, en cambio, vemos algo parecido a una asociación ilícita, o un delirio a dúo.
¿A ninguno de los dos le dio pudor o vergüenza,  ninguno dijo “no hagamos esto”?
Toda esta “opereta” (palabra que destesto, sobre todo en boca de pelotudos k que ven una operación de prensa en muchos lugares donde solo hay corrupción k) llevó su tiempo. En julio se publica el triste posteo, y dos meses después este delirio de pareja.
Texto pobre, poco claro, confuso, destinado solo a la comunidad endogámica de Quaranta y compañía (veáse en este blog, el homenaje a Ionesco, y la comunidad de Quaranta).  Esta comunidad en donde solo ellos se entienden, se elogian, se eligen, se premian, se seleccionan, se nombran, se masturban….
Para un lector que no los conoce, esta breve contratapa no se entiende nada. Me resuenan las palabras de Pedro, el arquitecto, “son dos imbéciles” (yo sé que somos tres…)


APENDICE UNO. El posteo de Manuel Quaranta en Facebook, inventando la carta.
“Suena el timbre, dicen ‘correo’, yo esperaba un libro que me habían enviado de Buenos Aires y me encuentro con una carta documento. Creo que si esta caza de brujas sigue va a terminar todo mal.”
En la imagen de la carta podía leerse:
“Me dirijo a Usted en calidad de representante legal de la Sra. María Kodama a fin de intimarlo para que cese de utilizar el nombre, la imagen y el estilo de Jorge Luis Borges en sus posteos de Facebook.
De no cumplir con lo requerido será demandado judicialmente en los términos de la Ley 11.723 de propiedad intelectual y tratados internacionales, leyes y decretos concordantes.
Atentamente.
Dr. Fernando Soto”.  
Domicilio: Anchorena 1660. Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
 (fin carta)
Quaranta recibió en esos días el apoyo incondicional de muchos de sus seguidores.     A quienes dudaban de la veracidad, Quaranta respondía: “es en serio”, “posta posta”,
“Ojalá fuera broma”,  “voy a hablar con mi abogado para ver los pasos a seguir, después les cuento”,  “en serio, esto no es para joda”.
Tres días más tarde, escribió:
“Me gustaría frenar la bola de nieve que se armó con la carta documento: 1º mi abogado habló con el abogado de Kodama y no exigen dinero ni retractación, simplemente quieren que deje de utilizar (según ellos) en exceso (no totalmente) la figura de Jorge Luis Borges, con el argumento de que yo en ocasiones he desfigurado sus palabras o versos. 2º me pide disculpas si me generaron algún malestar pero aclaró que no pueden permitir que el nombre de Borges se manche. 3º yo les mandé decir que me parecía una locura estar controlando cada publicación en papel y de Facebook y que la intervención de Katchadjian bajo ninguna circunstancia era delito, ante esto el abogado de Kodama dijo que no era asunto mío. 4º el incidente está subsanado. Gracias a todos.”

APENDICE DOS.
Definición de Logaritmo.
"Es el número al que hay que elevar la base para obtener el número dado".
Paso a explicar.
Dos elevado al cubo, es ocho. 23 =  8.
Dados esos tres elementos, si conocemos dos y el otro es la incógnita, podemos calcularlo con una operación.
Si falta el ocho, la operación es la potencia.  Dos al cubo. La solución es ocho.
Si falta el dos, la operación es la raíz cúbica. Raíz cúbica de 8 es igual a dos.
Si falta el tres, es decir el exponente, la operación para obtenerlo es el logaritmo. Tenemos dos (la base) elevado a cierto n (el logaritmo), que da igual a ocho (el número dado). El resultado es tres. Tres es el logaritmo de ocho en base dos. Porque dos elevado a la tres es igual a ocho.
Logaritmo, raíz y potencia son tres operaciones relacionadas. 

APENDICE TRES. LA TIA CAROLA.
Explico el porqué de este apéndice. Me gusta el principio que los psicoanalistas enuncian así:
"Aplicar a un discurso, las mismas reglas que ese discurso pregona, defiende o pone en práctica".
Ejemplos, si vos todos los días decís que hay que vestirse con ropa limpia, el día que vengas sucio no te lo vamos a dejar pasar. Si decís que no hay que tocar bocina,  el día que lo hagas serás señalado. Estos son simples casos cotidianos, interesan mucho más los casos discursivos y políticos.
Manuel Quaranta escribió "Familia hay una sola", en Rosario 12, publicado el 4 de junio de 2012. El link es:
La persona en cuestión es su tía Carola, y uno mencionado al final, es su tío político Guillermo. Manuel es implacable con el error que supone que la tía diga que el 80 por ciento son negras de mierda:  "Lo que me pregunto ahora es de dónde obtiene ese porcentaje, quiero decir, cuál es la muestra completa: ¿todas las mujeres que se dedican al servicio doméstico?"
Ahora bien, Clarisa escribe:  “En una digresión vale aclarar que muchos de estos sucesos se conocen por el particular compromiso que tienen los medios masivos en la difusión de noticias sobre arte, literatura, etc. Es noticia alguna de estas disciplinas sólo si hay en juego algo de orden económico: la firma de un contrario millonario, las enormes ventas de un autor, una denuncia judicial por plagio o la apertura de una feria. Es decir, la "cultura" se difunde sólo cuando el factor económico se posa sobre la literatura o el arte, esto sucede porque, justamente, el valor económico es lo único que los medios de comunicación custodian.” 
Inspirados en Manuel, cuál es la muestra y cuál la población. Cuántos  medios y cuántas noticias analizó. De qué ciudades, de qué épocas.  El enunciado  “Es noticia alguna de estas disciplinas sólo si hay en juego algo de orden económico”, a pesar de su sintaxis con algún singular tiene carácter general.   Muy flojos aquí los autores Clarisa y Manuel.
Este escrito de Manuel, sobre la familia, inspiró a Tardewski a publicar "Los otros Quaranta", esos que están repletos de propiedades... Propiedades que Manuel también quisiera tener, porque él en definitiva no es más que un burgués de mierda enredado en la mentira!.


martes, 13 de diciembre de 2016

2001, Q, 2002, K


".... Muchas veces el mundo se encarga de ponerte en tu lugar."  (MQ, en su face, noviembre 2016).

" ... A pesar de su discurso zurdito, Manuel Quaranta lo que hace es hablar por izquierda y vivir por derecha. Es un fiel representante del modo de vida neoliberal, que tanto critica. No produce, pero se prende y cobra, viaja mucho  - Canadá, Europa, ahora México -  (Lucas Quaranta, diciembre 2016).


2001, Q, 2002, K.


En la obra (¿obra, o mero amontonamiento de palabras?), ni literaria ni filosófica, precaria, pobre de sentido, desarticulada, infantil, carente de ética, marcadamente autorreferencial, de Manuel Quaranta, es muy frecuente la alusión al difícil período 2001 – 2002.
Paso a opinar … o a destruir.
1) RELATO HEROICO: Ha sido muy común en la ex presidente, el intento de  dotar a muchas cuestiones con un costado heroico. Quaranta, aún encandilado por la ex, pretende aparecer como un héroe, que dejó la carrera de ingeniería de sistemas, para inscribirse en filosofía. Insisto una vez más. Quiero ver el legajo de Quaranta en la carrera de informática. Año de ingreso, materias cursadas, exámenes rendidos, materias aprobadas, aplazos, promedios, cantidad de materias aprobadas por año …  Con la oscuridad y la manipulación de datos es fácil presentarse como héroe, ha sido el deporte nacional y preferido por muchos imbéciles en doce años y medio de malsano kirchnerismo.
Hoy este sujeto no es ni ingeniero ni filósofo ni escritor. Solo escribe balbuceos que aplauden sus amigos y mediocres editores, y ha publicado, en forma de libro,  un diario personal con anécdotas adolescentes, que pocos han podido leer completo (“no hace falta leer el libro completo, solo basta con captar la operación”, Beatriz V. dixit).
En resumen: nada tiene de heroico cambiarse de carrera, solo está relacionado con un intento de hallar la verdadera vocación o corregir una decisión, con la debilidad o la falta de disciplina para afrontar el camino elegido, o, como ha dicho el mismísimo sujeto en cuestión, “nací sin la lógica necesaria para entender la programación”.  Pero el heroísmo por ahora no se ve.  Y menos si se trata de ir a Humanidades.
2) EL RESURGIMIENTO DEL PAÍS. Quaranta suele presentar juntos este fenómeno nacional con su cambio a filosofía, y de paso aprovecha para hacer propaganda política a favor del kakismo.
Paso a opinar, y a destruir.
El 2001 fue precedido por diez años y medio de peronismo. De Gobierno nacional, y en muchas provincias, de representantes del Partido Justicialista. El presidente era Menem, peronista, junto a él estaban muchos de los que luego estuvieron con los Kirchner.
De los múltiples sucesos y aspectos de aquella presidencia quiero destacar algunos.
Los indultos a militares golpistas y asesinos, firmados entre 1989 y 1990 constituyeron una de las canalladas más grandes de la historia democrática. No obstante, en 1995, Néstor y Cristina, no tuvieron inconvenientes en formar lista sábana con Menem para las elecciones de ese año. Néstor iba en busca de su segunda  gobernación provincial, y en un acto político obsecuente calificó a Menem como el mejor presidente de la historia argentina, luego de Perón… Claro, corrían otros tiempos, los tiempos de la conveniencia, no de los principios, ellos necesitaban colgarse de Menem, y aún no eran los paladines de la defensa de los derechos humanos, sino que estaban amasando una fortuna obscena, esa misma de la que muchos se olvidan cuando critican a la oligarquía y a los que más tienen. Imagino que otra persona con principios, un verdadero defensor de los derechos humanos, desde el inicio de los tiempos difíciles, seguramente le retiraría a Menem el saludo por la canallada de los indultos, y tampoco compartiría palco proselitista, listas sábanas y menos aún brindaría lisonjas hipócritas y por conveniencia. Néstor y Cristina no tenían principios. Insisto en que me cuesta encontrar el factor heroísmo.
También en tiempos del menemismo peronista y justicialista (con el que ya trabajaban futuros miembros conspicuos del kirchnerismo, entre ellos, los dos mayordomos, Aníbal Fernández y Parrilli), Cavallo, ministro elogiado por Néstor y Cristina en los años 90, instrumentó el plan de convertibilidad. Sí, ese mismo plan que luego fue defenestrado hasta al cansancio, junto al nefasto neo liberalismo de los noventa, por tanto zapallo obsecuente. ¡Qué falta de memoria en esos pibes, olvidan que los que aplicaron el plan neoliberal en los noventa  fueron Menem y Cavallo, seguidos, elogiados y aplaudidos por Néstor y Cristina, y por tanto panqueque que luego siguió con Duhalde, y después con los K!
Hay que enfatizar que los dos años de De La Rúa fueron pésimos, no supo eludir los callejones sin salida de la convertibilidad y fue el primer responsable de la devastadora crisis del 2001.
Luego, el trabajo sucio lo hizo Duahlde. La economía empezó a recuperarse: la soja aumentó su precio, los que se dedicaban a la agricultura comenzaron a invertir en la construcción y de a poco la economía tomó impulso, la capacidad ociosa se fue ocupando.
En ese contexto asumió Néstor Kirchner como presidente en mayo de 2003. Con la capacidad ociosa en recuperación, con soja y construcción en auge, así el crecimiento medido en meros porcentajes es más fácil y alentador. El desafío es hacer crecer la economía y la capacidad productiva cuando estás muy arriba o muy abajo, pero en un país con algunas riquezas (es cierto que también junto a múltiples déficits), con la economía en recuperación, la cosa era más fácil: ese fue el comienzo de Néstor.
3) CONCLUSIONES.
Para terminar de destruir.
Quiero destacar los que sí tuvieron algo de heroico. Los laburantes de siempre, los que atravesaron la crisis con muy poco, los que tuvieron que trabajar más horas, los que se tuvieron que amontonar en una sola casa, los que vendieron lo que ahorraron durante toda su vida, los que perdieron mucho o todo. Los tipos de oficios duros, los herreros, los carpinteros, los carteros, los obreros metalúrgicos,  los que caminaron, los que corrieron, los que lucharon, los que perdieron.
En cambio, nuestro muchacho trabajaba poco y nada, no la pasó fea en la crisis, jamás tuvo un oficio ni hizo nada productivo por otros, no aportó nada al producto total de la economía. Al contrario, siguió prendido y mamando gratis de esa gran teta alimentada por el trabajo y el sufrimiento de otros. Y luego siguió parasitando en formas más elaboradas: nombramientos, cargos, becas (heroico hubiese parecido si el viaje que te pagaron a Holanda para hablar pavadas, se lo donabas a un laburante de verdad, sorete!). En un contrapunto con otras personas en su red social favorita, pretendió sostener que su trabajo era enseñarle a los otros a pensar.  Sin duda que la mejor enseñanza que dejó a sus seguidores, como forma superior del pensamiento, es el invento de la carta de María Kodama y dos meses más tarde mandar a su novia a firmar un articulito en un diario, explicando su “operación Kodama” (de estos temas me ocupo en mi blog, en un texto por separado, publicado en diciembre de 2016). 
Tal vez para él fue un resurgimiento personal, encontrar la filosofía, fue lo que quizás necesitaba, pero no hay nada heroico en ello. Él lo relaciona con el resurgimiento del país y quiere darle ese matiz heroico que no existe, ya que el mérito de los Kirchner es muy discutible y da lugar a interminables debates históricos (el controvertido uso que se hizo del inmenso superávit; el crecimiento elefantiásico del Estado; el desmanejo de las obras públicas de infraestructura; el saqueo de las cajas estatales; los inaceptables casos de corrupción, todavía negada o justificada por idiotas dogmáticos; el nombramiento de tantos amigos, militantes y parientes en puestos públicos, como por ejemplo la familia D’Ellia; las propagandas bien derechosas realizadas desde los medios estatales de comunicación, con disfraz progresista; las palabras desbocadas e insultantes, nunca moderadas por ninguno de ellos, de la Señora Hebe de Bonafini; la presencia de sujetos nefastos como Jaime, Moreno, D’Ellia, Boudou, Milani y tantos otros; la forma en que muchos basureraron a Scioli hasta el momento en que quedó como único candidato; el silencio vergonzoso de todos ante la falta de verdaderas elecciones primarias abiertas para presidente en el FPV; la cobardía de Randazzo que no supo decir “yo me postulo igual”; la risa detestable de Eduardo Jozami, ante el chiste de Randazzo, acerca de que el proyecto con Scioli se quedaba “manco”; la puteada de Bonafini a Scioli; el insulto de Larroque a Laura Alonso junto al silencio hipócrita de los adalides de la lucha contra la violencia de género;  y tantos aspectos más).
No veo nada heroico. Lo que sí veo claramente es un triste sujeto que padece precariedad conceptual, inoperancia deductiva,  mediocridad filosófica, torpeza literaria, ignorancia sintáctica, pobreza moral, canallez laboral, narcisismo irresuelto, idiotez congénita, estupidez política agravada,  e imbecilidad crónica, no obstante lo cual recibe el elogio de sus amigos y contactos, esos incondicionales de su comunidad endogámica.  ¿Qué se podía esperar del hijo de un loco y de una analfabeta, alimentado con Tinelli, Homero Simpson, Neustadt, Ñubel, y Mirtha Legrand, y sin una biblioteca con la cual formarse?.  A mí en cambio todavía me retumban las palabras de Bonafini (esas palabras deben ser correctas, ya que ni Manuel ni Cristina ni los intelectuales de Carta Abierta las han cuestionado), “es un hijo de puta”. 

MT/mq.-




domingo, 27 de noviembre de 2016

Comentario crítico sobre “Construcción”, un escrito de Manuel Quaranta.-

Comentario crítico sobre “Construcción”, un escrito de Manuel Quaranta para el folleto “Nuevas identidades” (Fiesta de Colectividades, 2016).
Cito al autor y voy glosando.
“A = A”, como principio de identidad. ENUNCIADO VERDADERO
“A distinto B”, como principio de no contradicción.   ENUNCIADO FALSO.  El principio se enuncia así  - (A . -A).  Es decir que no ocurren a la vez A y su opuesta -A. No se permiten contradicciones. Este es un requisito fundamental de los sistemas axiomáticos, ya que de una contradicción se sigue cualquier enunciado.
“Tercero excluido: ninguna otra posibilidad cabe. O sea, si A es verdadera, B, resulta necesariamente falsa”.  ENUNCIADO FALSO. El principio se enuncia así: A v –A.  Es decir, ocurre A, o bien –A, no hay tercera posibilidad.
Esto es la base de una lógica bivalente, con casi dos milenios de elaboración, que ha logrado una formalización con el lenguaje matemático a partir del siglo XIX, y ha servido para el avance científico y tecnológico. Muchos de los aparatos, máquinas, dispositivos, recursos y servicios modernos se han desarrollado, en parte, por los logros de la lógica bivalente: computadoras, teléfonos celulares, cirugía laparoscópica, diagnóstico por imágenes, cámaras fotográficas, controladores de autos, barcos, trenes y aviones, todo tipo de programas de computación, pendrives, gps, etc.
El bivalente no es el único modelo de lógica, por supuesto.  Existen modelos de lógica trivalente, lógica modal, y otros. Algunos están en su etapa teórica, aún sin aplicación práctica. También hay quienes se dedican a estudiar la lógica subyacente en procesos científicos, lingüísticos, sociales, inconcientes, fractales, astronómicos. Esto abre las puertas a un interesantísimo desarrollo lógico, epistemológico y filosófico, que posiblemente encuentre lugar durante el siglo XXI.
Continúa Quaranta: “La base del pensamiento lógico occidental y el sustento de la oposición que recorre la historia de la República Argentina: civilización o barbarie”. Esta expresión tiene solo sujeto, le falta el predicado.  Podemos pensar que tal vez el autor quiso decir que lo anterior “es la base del …”
Resulta algo imprudente el rápido paso de los principios lógicos (tratados de manera muy pobre e incorrecta, dos errores en tres enunciados) hacia cuestiones históricas, sociológicas y políticas. Aquí Quaranta podría hojear un poco, y luego empezar a leer, un artículo de Karl Popper titulado “Por qué son aplicables a la realidad los cálculos de la lógica y la matemática” (en Conjeturas y Refutaciones). Luego podría estudiar un poco la relación de la lógica con la ciencia y la realidad, y así evitar una referencia irrespetuosa hacia una disciplina gracias a la cual él habla por celular, chatea y juega por las redes sociales.
El texto carece de signos de puntuación. Leerlo es hacer un ejercicio de colocación de comas y puntos para hacerlo comprensible.
En otro pasaje dice:  “… para comprobarlo basta con sentir qué efecto tiene en nosotros la palabra civilización …”   Aquí haremos uso del juego predilecto de Quaranta, usar las palabras e ideas del otro para refutarlo. En un artículo del año 2012, publicado en Rosario 12 ( https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/14-34078-2012-06-04.html ), puede leerse la refutación que hace a su tía Carola. Se pregunta: ¿cuál es la muestra completa?.  Yo te pregunto Quaranta. ¿cuál es la muestra, cuál es la población de este nosotros?. Este nosotros sobre el cual sutilmente hablás a continuación cuando mencionás que “yo y él” pasan a “nosotros y ellos”. ¿a cuántos consultaste, además de vos, para saber lo que pasa con nosotros?. ¿a 10, 20, 200?. ¿en qué lugar, en qué tiempo?.  Acá procedés con la liviandad que hace recordar la definición irónica del filósofo “como el abogado de sus propios prejuicios”.
Lo demás es propio del estilo de Manuel, caótico, con severas dificultades para redactar oraciones y para hilvanar párrafos, una pésima utilización de los signos de puntuación. El resentimiento, permanente en su obra,  contra los que tienen  (recordemos lo que escribió respecto de los Quaranta ricos, repletos de propiedades). La pretensión de originalidad, algunas ideas agudas, expresadas de manera desprolija, y referencias a hechos, de manera inconsistente. Mencionaremos dos.
“Por eso nació la escuela laica gratuita y obligatoria“: es una  lectura obtusa, unilateral, pobre, ingenua, ideologizada. Una explicación puede ser esta: todo ello está ligado a Sarmiento,  y como sabemos Cristina lo rechaza. Este resentido que escribe (o balbucea) mete ideología al pasar, como buen obsekuente.
“El temor fue tal que algunas leyes, incluso, convalidaron la expulsión sin juicio previo de extranjeros luego de alentar su llegada”.  Como siempre, las referencias históricas de Manuel son incompletas, desafortunadas, ignora gran parte de la historia. La ley de residencia no fue derogada ni siquiera en el primer y segundo gobierno de Perón (1946-1955). Cooke había debatido en el Congreso defendiendo la derogación. A último momento, a alguien se le ocurrió usar la ley en contra de los enemigos. A Perón le pareció bien, y ordenó no derogarla. Cuando votaron, Cooke, que había defenestrado la ley, levantó la mano para que la ley siga vigente. Muy peronista eso, tanto como olvidar la verdad sobre la ley que convalidaba la expulsión sin juicio previo de extranjeros
Para terminar, Quaranta comenta que la identidad cubana, según un autor, está en el ajiaco (un guiso). Este texto de Quaranta es una mescolanza, un tremendo guiso, en el que la idea central es que nuestra identidad Argentina es una constante cocedura, que está siempre en curso, y que no tendrá forma definitiva, pero no nos da una pista de qué se trata.

MT/mq.-

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Homenaje a Eugene Ionesco.

Homenaje a Eugene Ionesco.
La comunidad endogámica de Manuel Quaranta. (*)
-       Qué buenas son sus actividades municipales, Lila!
-       No, sus esculturas son mejores.
-       Qué brillante es su trabajo sobre el arte japonés, Gab!
-       No, sus recetas son sabrosísimas.
-       Qué esclarecedores son sus escritos, Eugenia!
-       No, sus texturas son superiores.
-       Qué bien elegido estuvo el color para el museo, Mariana!
-       No, su residencia es mucho más tonal.
-       Qué notables sus textos, Irina!
-       No, sus pinceladas son celestiales.
-       Qué extraordinaria su muestra, Clarisa!
-       No, su epistemología es superior.
-       Qué claras sus lecciones de italiano, Italiano!
-       No, tus mentiras y tu fama son mejores.
-       Qué bueno tu trabajo sobre la continuidad de los libros, Andrea!
-       No, tus ficciones son mejores.
-       Roberto, echen a …
-       Qué bueno su artículo en Wikipedia, Beatriz!
-       No, el tuyo, aún borrado, es mejor….
-       Muy buenos sus periplos por el mundo, Ema!
-       No, vos viajás mucho mejor.
-       Qué buenas sus investigaciones periodísticas en La Capital, Eugenia!.
-       No, vos editás mejores textos.
-       Brillante su trabajo editorial de los domingos en Página, Sonia!
-       No, tus contratapas son irresistibles.
-       Qué bárbaras sus aguas, Cárdenas!
-       No, sus falsificaciones son mejores.
-       Espectaculares sus poleas, Giselle!
-       No, tus columnas son mejores.
-       Qué notable su primer libro, Valeria!.
-       No, paren acá, con Valeria no se metan, es una artista y una escritora de verdad.
-       Entonces me permito decir, viva la lógica !!!
-       No, su lógica es inferior!
Nombraron a la lógica, y aparece Eugene Ionesco en escena. Quaranta se sorprende y saluda.
Q: - Buenas noches Ionesco.
I: - Buenas noches Quaranta.
Q: - ¿Nos conocemos? Veo que tenemos varias cosas en común.
I: - Sí, somos pelados, y no entendemos nada de lógica. ¿Leyó mi obra de teatro sobre Los lógicos?
Q: - No, en realidad no leí nada de lógica ni acerca de los lógicos….
I: - Sí, eso se nota, en especial por ese torpe primer párrafo de su escrito sobre la identidad, para el Encuentro de Colectividades. Pero algo puedo enseñarle, repita conmigo: “Somos dos pelados de mierda”.
I y Q, al unísono: “Somos dos pelados de mierda, somos dos pelados de mierda, somos dos pelados de mierda, somos dos pelados de mierda.”
Q, solo: “Soy un pelado de mierda, soy un pelado de mierda, soy un pelado de mierda”.
I: - Muy bien. Qué rápido aprende!. Sos un pelado de mierda, sos un pelado de mierda.
Q: - “No entendemos nada de lógica, no entendemos nada de lógica”.
I: - Genial!!! El alumno va superando al maestro.
Q: -Qué rico el sabor de su  pastel, Pachá.
I: - Qué fuerte el aliento de su boca, Cajá.
Q: Qué fétido el olor de su sexo, Mansiá.
I: Andá a la concha de tu madre, Quarantá!
Ionesco, entonces, se esfumó; Quaranta nunca estuvo.


(*) Comunidad de amigos, artistas, escritores, licenciados, aficionados, estudiantes, fracasados, desorientados, diletantes …. Es endogámica ya que entre ellos se leen, se aplauden, se eligen, se miran, se admiran, se nombran, se ternan, se becan, se premian, se elogian, se apalancan, se financian, se publican, se linkean, se retuitean, se comparten y hasta se masturban!

MT/mq.

martes, 23 de agosto de 2016

TEXTOS 2007-2008, ESCRITOS POR QUARANTA CON EL PSEUDÓNIMO DE TARDEWSKI.

TEXTOS 2007-2008, ESCRITOS POR QUARANTA CON EL PSEUDÓNIMO DE TARDEWSKI.

Con esta publicación trato de seguir explotando el recurso de diluir los límites entre realidad y ficción.


OVEJITA

Esther ya no contaba sus años. Esther había muerto hace tiempo para todo. Pero Esther vivía. Cobraba su jubilación debiendo esperar horas tras una fila de hombres sin rostro. Esther con sus temblores de vieja esperaba. Avanzaba poco a poco. Un paso. Dos. Esther no se quejaba. Nadie se quejaba. Esther necesitaba el dinero. Y temblaba. Sus sueños de mujer se habían desvanecido entre sus dedos y ahora sólo le restaba esperar. Aguardar en el banco, en la panadería: aguardar la muerte. Porque la muerte no es otra cosa que esperar sin esperanza. Vivir sin fe en el cambio. Esperanza y fe terrenales. Pero Esther ya estaba muerta. Sus cabellos inundados de canas eran una muestra de la muerte. De la vejez que es muerte. Y así avanzaba en la fila Esther. Sin fe. Con un grito ahogado en su corazón muerto. Y llegaba a la caja. Y cobraba. Y se iba con unos pocos centavos. Y vivía. Como todos viven.


COPULAR

La cópula es liga,
el hombre copula,
el copular olvida.

El hombre, la mujer:
copulan,
se unen en juego interminable.
El es , cópula infinita que enlaza
un sujeto y un predicado:
una mujer y un hombre.

Copular es hacer ser.
Copular es que el ser sea.
Copular es cópula.


MI PRIMERA  VEZ

Mamá, tengo que contarte algo pero prometeme que no te vas a enojar. No hija sabes que podes confiar en mí siempre, te lo he dicho desde que eras una nena. Bien mamá, me encanta tener la posibilidad de contarte todo y que me entiendas. Supongo que debe ser así la relación entre madre e hija, la confianza es la base de una relación espontánea, respetuosa y sin temores. Estoy de acuerdo con vos mamá, me lo inculcaste desde que era muy chiquita y ves que los resultados están a la vista, cada vez que me sucede algo importante te lo cuento a vos antes que a nadie, eso demuestra que confío. Seguro que sí, las madres sabemos perfectamente cuando una hija nos oculta sus problemas o nos hace partícipe de ellos, y desde que tengo uso de razón fui educada para contar lo bueno y lo malo. Conocí a los abuelos y sé que es así. Tu mamá me sentaba a su lado y recordaba la infinidad de veces que vos le pedías consejos o le decías mamá tengo algo importante para contarte. Y que su madre la había educado de la misma manera y como le había agradado ella continuaba con el ejemplo. Me decía es como un círculo. Claro que sí mi amor, es un círculo mágico porque la confianza es la base de toda relación respetuosa y sin miedos, sin confianza todo se derrumbaría. Me encanta como pensás mamá, cuando yo tenga una hija te lo prometo y me lo juro a mi misma que voy a actuar de idéntica manera a como vos actuaste conmigo. Es reconfortante que una hija le diga en vida a su madre que su ejemplo rindió frutos, me emocionas hija querida. No llorés mamá, te quiero mucho y sos la mejor mamá del mundo. Y te quería decir que estoy embarazada de Gerardo. Mamá decí algo. ¿Qué te pasa mamá? Nada hija, simplemente te pregunto ¿quién te enseño a ser tan puta? Porque yo no.


HIPOCRESÍA

Gritan, prohibido el aborto, los curas,
se rasgan sus sotanas, una situación tal es insostenible;
no al preservativo, reclaman, con impunidad
sus cerebros atrofiados por una inmunda religión;
pecado, sacrilegio, relaciones fuera del matrimonio
condenemos a la niña, vocea el crápula clérigo;
mil padres nuestros, por su conducta homosexual
determina el pedófilo cardenal con un hilo de baba.
Toda una iglesia, una comunidad, la vida es maravillosa,
no opinan así millones hambreados por un sistema,
a Dios no interesan cuestiones profanas, contestan.
No hay duda.


FUTURO

Una sonrisa dibujada por la misma Deidad brota del rostro inocente del bebé. Su padre lo contempla extasiado, con fervor, al borde mismo de las lágrimas que logra contener por unos instantes, aunque no serán muchos. Un pensamiento cruza su mente. Pronto la sonrisa se le irá desdibujando, gradualmente, hasta convertirse en nada. Comenzará a perder los rasgos de niño, esa ingenuidad invalorable que poseemos cuando no somos concientes del sufrimiento propio ni ajeno, transformándose en un adulto hastiado y acomplejado. Lo que una vez fue sonrisa ya ni siquiera se guardará en la memoria como recuerdo. Tal vez en alguna que otra foto escondida en un cajón olvidado entre otros cajones que no nos dicen nada, o en la memoria de los otros, pero jamás en la nuestra. ¡Basta! El pensamiento, obediente, se desvanece. Y una vez más la sonrisa cobra hegemonía en el padre. Advierte que su hijo es, sin duda, el mejor regalo de la vida. Ya habrá tiempo para lamentarse.




NONO.

Nunca me voy a olvidar de las palabras proferidas por mi abuelo la vez que lo visité en Italia, extrañas si se tiene en cuenta que jamás escribió una letra –no hubiera descifrado el modo si lo hubiese deseado–, premonitorias como las de aquellos que saben algo sin saberlo, en su pueblito, Arnara, en el que también nació mi madre, quien luego de diferentes vicisitudes desembarcó en Argentina y se casó con mi padre, y que más tarde, juntos, hermanos a cuesta, fuimos a Italia, a su pueblito, Arnara, allá por el año 1986: “si querés se escritor vos no te tenés que forjar un destino sino una genealogía”. Nunca me las voy a olvidar, sobre todo, porque al año siguiente, en un accidente automovilístico que se podría haber evitado, como, en general, pueden evitarse la mayoría de los sucesos involuntarios –escribo involuntario simplemente por comodidad, luego de tanto tiempo y lecturas ya no sé, a ciencia cierta, el calificativo que merece–, murió. Era un auto blanco. Un Ford Fiesta que nono Filippo –así le decíamos– había comprado para que pudiéramos viajar durante los dos meses de estadía. Según tengo entendido mi abuela, su esposa, la madre de mi madre, que había estado en Rosario un par de años antes, no recuerdo ahora si una o dos veces, se había opuesto, con argumentos contundentes, a la compra; sin embargo, la terquedad de la vejez masculina primó. Nunca me las voy a olvidar, decía, porque aquellos meses de 1986 fueron los únicos de mi vida en que tuve contacto directo con él, y esa frase “si querés ser escritor te tenés que inventar una genealogía”, nítida, hizo tal mella en mí que aún hoy, tantos años después, la sigo rememorando y escribiendo, quizás, por qué no, para traer a mi abuelo a la memoria que, según comentan, es más terrible que Dios, para no permitir que se me escape su imagen –como es probable que suceda– o, tal vez, para hacerle caso y cumplir con ese destino que él pretendió –sin saberlo– imponerme.
Mi abuelo era un hombre alto, flaco, analfabeto y curioso, las mujeres le gustaban más que la música, y la música era su pasión, se llamaba Filippo, usaba sombrero. Si bien con certeza, de los datos que repaso, puedo dar cuenta, sin acudir a testigos o fotografías, solamente, de su nombre, yo de él, limpias, conservo dos imágenes. Una es la que acabo de contar, el día o la tarde que me sentó en el escalón de la puerta de su casa, en el que yo esperaba todas las mañanas, todas, puntualmente, sin que nadie me despertara, casi de madrugada en realidad, a que él saliera para ir juntos a ordeñar –a ver ordeñar– las vacas, y me dijo, sin preámbulos, con un carácter profético, que incluso hoy me desvela, no tanto por el contenido de la expresión sino por la forma: “para ser escritor tenés que proyectar una genealogía, el destino viene solo”. La otra es –la otra imagen, ¿no?–, según desde dónde se la mire, menos importante, sin embargo, a su pesar seguramente, la maldición del tiempo no logra corroerla: mi abuelo, en un momento dado, me pregunta si quería aprender a atarme los cordones ya que había visto que iba con ellos constantemente sueltos: “¿te enseño a atarte los cordones?”; yo le respondí, por supuesto, que sí y manos a la obra me indicó dos o tres movimientos que debía realizar para desde allí en más no perder nunca esa exigua habilidad manual –una de las pocas de las que puedo jactarme– que, entre otras cosas, me ha permitido, caminar, sin temor, a tropiezos.



Edipo moderno.


Dijo que no paraba de crecer. Y en ese mismo instante comprendí que me hubiera gustado arrancarme los ojos para tener a disposición todos los puntos de vista posibles. Arrancármelos ciegamente por la impotencia que implica un momento de lucidez en el que ni si quiera un pensamiento me echa en cara la única verdad: la incapacidad radical para observar lo que otros observaron cuando alguien dijo: no para de crecer.
Lo cierto es que estaba en el almacén que queda a metros de la casa donde nací (si el lector sabe la verdad podrá reconocer un dato erróneo, para no decir falso que suena muy fuerte, en la descripción de la casa, pues lo cierto es que allí no nací) con mi hermana y su hijo, es decir, mi sobrino, un chico que siempre digo que salió a mí por lo lindo e inteligente (el lector aquí si sabe la verdad podrá, en todo sentido, corroborarla), cuando de pronto ingresa una mujer con una particularidad que pensé un rato largo si explicitarla o no (pero, a los efectos del desenlace de esta historia no tuve más remedio que hacerlo): era enana. Y recuerdo ahora que era enana no por algún motivo especial que a ella la concerniera directamente más allá de su enanismo, sino por el comentario que escuché proferir a alguien, unos momentos después de su entrada, no para de crecer, que sinceramente produjo en mí no tanto gracia sino admiración, dado que desde el lugar donde me encontraba las palabras parecían dirigidas al hijo de mi hermana, pero que mi afán de ambigüedad, yo diría mi pasión por ella, relacionó también con la recién ingresada.
Ustedes pueden imaginar perfectamente la situación (aunque no ponerse, como se dice, en mi lugar). No había más de dos o tres clientes sumados a los mencionados hasta ahora y dos empleadas (una de ellas nueva y con una pasmosa lentitud que alteraba el buen sentido, por lo menos a mí), o, con mayor precisión, una empleada y la dueña. Lo que me llamó inmediatamente después del comentario, no para de crecer, la atención, fue la posibilidad de cada uno de los presentes de interpretar algo diferente de ese dicho a partir de las distintas posiciones que ocupaban. Pero más aún me frustró mi imposibilidad de dar cuenta de esas diferentes interpretaciones, o, para ser más exacto, puntos de vista. Por este motivo escribí al principio que me hubiera gustado, y lo sigo sosteniendo, arrancarme los ojos para ser capaz de tenerlos en mí a todos.
Si vale como ejemplo, y si no recuerdo mal, la empleada nueva y lenta en un momento, no fue más que un segundo, y desde mi lugar, no hubiera podido apreciar (la tapaba la máquina de cortar fiambre) al hijo de mi hermana, por lo tanto, si esta señora hubiese estado allí cuando escuché: no para de crecer y si hubiera tenido a la vista a la mujer con el problema físico, tranquilamente habría estado en condiciones de imaginar un chiste de muy mal gusto (aunque es cierto que no la creo capaz).
Carecería de importancia elucubrar acerca de lo que pensó mi hermana sobre el comentario ya que ella misma tenía en brazos al niño y no sé, por otro lado, si vio entrar a la mujer enana, circunstancias que llevan inevitablemente a suponer que a la madre de mi sobrino no se le pasó por la cabeza relacionar el comentario con otra persona que no fuera su hijo.
Resta como lugar cumbre el de la mujer enana, lo que a ella se le habrá pasado por la mente cuando, de espaldas a la puerta, alguno profirió no para de crecer. Y es aquí donde más lamento no poder hacerme cargo de lo que el otro sintió porque si yo fuera enano y escucho que alguien dice: no para de crecer, en ese mismo instante en que la frase se estaba enlazando una sensación de impotencia, ridículo y bronca me hubiera atravesado tan de punta a punta que hasta el día de hoy no me la hubiese podido olvidar.
A partir de esto, advierto que los intentos son vanos. Que por más que pretenda dar cuenta de los otros no hago otra cosa que hablar de mí. Que podría haber habido quinientas personas en el almacén y yo aquí seguiría tratando de averiguar qué interpretó cada uno de manera estéril puesto que jamás cuando uno habla, habla de otro: lo que digo de él, dice de mí.




MT/mq.-