miércoles, 12 de abril de 2017

Un nuevo posteo de Facebook de Manuel Quaranta.

Un nuevo posteo de Facebook de Manuel Quaranta.

Viernes de noviembre, mediodía, voy a buscar a Mirko, subo al colectivo, está bastante lleno. Una chica de secundario está hablando con el colectivero. Trato de pasar mi tarjeta, no la lee. El chofer dice "esperá un instante e intentá de nuevo". Obedezco, y nada. La chica me dice: "Señor, ¿quiere que le marque el boleto?". Trato de sonreír por su gentileza, pero el "Señor" me borra un poco la sonrisa. En ese momento agrega: "¿Usted no es el autor de La Muerte de Manuel Quaranta?. Es mi libro favorito". Ahora sí puedo sonreír. Ella dice: "Ah! y no me debe nada, yo estoy en deuda con Usted". Solo puedo decirle "Muchas gracias". Pero la chica ya está en otra cosa. Tiene una pollerita corta, y con gran habilidad se saca la bombacha, una tanga minúscula. El colectivero dice "dále, vamos ahora, en la bocacalle". Ella contesta: "Sí, hoy es mi última clase de secundario, es ahora o nunca. Desde la semana que viene empiezo como masajista ejecutiva". El conductor se baja, la alumna también, deja su mochila arriba. Ella se pone en cuatro, levanta su pollera, el chofer la penetra y empieza el movimiento de mete y saca. Esquina de Córdoba y Balcarce, noviembre de 2016, doce y media del mediodía, mucho tránsito, semáforos, embotellamiento, empiezan los bocinazos. Con una señora de casi setenta años nos miramos, espero que diga algo, pero parece decirlo solo con el gesto, yo comento: "Esta juventud de ahora ...". Manuel Quaranta.-