Viernes a la noche, reunión de amigos
después de cenar, solo hombres. Empezamos con café, luego algo de alcohol. Uno
de nosotros recuerda que alguna vez hablamos de fantasías, sexuales por
supuesto, allá lejos en el tiempo. Retomamos, ahora son más elaboradas,
enriquecidas por la experiencia. Hablan los otros. Luego me toca a mí. La mía
es tal vez más simple. Me gusta Gisela. La conozco porque trabaja con un
operador financiero. Suelo ir a hacer algunas operaciones, compra o venta de
moneda extranjera. Ella es jerárquica, toma decisiones, controla, sabe muy bien
lo que hace, cuenta billetes a toda velocidad, detecta los falsos o dañados,
resuelve múltiples situaciones, una pantera de las finanzas operativas. Tiempo
atrás nos presentó un allegado a mí que estuvo muy generoso, le dijo a ella:
"Te traigo un cliente nuevo, es como si me vendieras o compraras a mí, son
gente de mi confianza, amigos míos, hacéle el mejor precio que
puedas." Con semejante presentación
de un pez gordo de las finanzas, Gisela siempre me dio un trato preferencial:
pagarme unos puntos más, venderme un poco más barato, avisarme cuando había
oportunidades, hacerme pasar a las mesas reservadas. Muy segura, seductora,
solía saludar con un beso, un beso de verdad, no un pálido beso de compromiso, de
los que se dan casi sin contacto. No, daba un beso con ruido, casi te diría con
succión, cálido, húmedo. Más una miradita cómplice, esa mirada (por lo menos a
mí me parecía) decía, "hasta acá, no más que esto". Aunque para
otros, dueños o clientes muy grandes, había algo más que un beso, también
imaginaba yo. Creo que nunca le miré más
que la cara, tan bella, y el pelo, salvaje. No sé cómo está de cuerpo, ni si es
alta o mediana.... -¿Y la fantasía?. -
Bueno, acá va: me invitan a una orgía, como ven es una flor de fantasía
...(risas, "y sí, quién te va a invitar a una orgía...."). Llego, hay
una especie de vestíbulo para hombres, me reciben dos mujeres, semidesnudas, me
invitan a sacarme la ropa, me ayudan, me acarician, me provocan, me hablan, y
me explican las reglas de esa noche. Paso a la sala siguiente, con una buena
erección ("también fantasía !!!", risas). Hay un vestíbulo similar para damas, donde
dos caballeros muy altos y musculosos, sin ropa, reciben a ellas. Al salir de
cada vestíbulo, un hombre y una mujer se encuentran, para no llegar solos a
donde hay acción. Y la que sale desnuda, con una tremenda sonrisa, muy
relajada, muy segura, es.... Gisela. Me saluda con un beso, esta vez el beso me
dice algo más, me mira hacia abajo y me dice "venimos muy bien eh!" ("....
uuuhhh !!! más que fantasía !!! ", me interrumpe el monito, uno de
los nuestros). Su cuerpo es increíble, solo tiene zapatos con taco, la veo alta
y me quedo paralizado. Muy desenvuelta, como siempre, me dice, "Dále,
invitáme a tomar algo, o te vas a quedar quieto ahí..." -“Dále loco, al final qué pasa?", me
dice uno de nuestra mesa. -Eso es todo,
la mujer que me gusta, la encuentro en una orgía, desnuda, me pide que la lleve
a tomar algo, y de yapa elogia mi virilidad, no se puede pedir más. -"Veo que seguís en la etapa de porno
pueril", me dice otro del grupo. - "Y sí", digo, con un ruido de
expiración nasal que es como una risa nerviosa,
bajando la cabeza, pero esta vez no se ve mi flequillo rubio que luzco
orgulloso en las fotos de mis meses infantiles en Italia, si no que queda el
descubierto mi incipiente calvicie...
Porno pueril es un buen título para una novela, una moderna como se usan ahora.
ResponderEliminargracias por comentar, besos !
EliminarPorno pueril es un buen título para una novela, una moderna como se usan ahora.
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